Muchas de esas sustancias (parabenos, ftalatos, entre otras) son disruptores endocrinos. El uso en cosmética no los hace menos dañinos que ingeridos, ya que la absorción dérmica es bastante elevada (aparte de que en conjunto actúan como cócteles químicos).
El PEG, o polietilénglicol, junto con el sodio lauril sulfato (SLS) se emplea como emulsionante y espumante. Tiene gran capacidad de penetración en la piel, por lo que cualquier sospecha de efecto negativo, debe tenerse en cuenta. El SLS, por ejemplo, se está estudiando como potencial cancerígeno, aparte de que al ser un emulsionante tiene una gran capacidad de acumulación en los tejidos orgánicos.
Vamos, que ante la duda, tampoco pasa nada por buscar productos sin ellos. Y los hay... aparte de hacerlo en casa, que se tarda ná y menos y así se asegura uno de lo que está usando.
Ah, otro problema similar lo tienen las cremas solares habituales (barrera química). De hecho, habréis visto las mamis y papis del foro, que las pensadas para niños menores de 2 años tienen barrera física (p.ej. dióxido de titanio, que no reacciona con el organismo), que actúan con efecto espejo. Es así porque las sustancias que se emplean como barrera química tienen también efecto de disruptores endocrinos y los niños menores de 2 años son mucho más sensibles.
Se absorben por la piel y hacen su efecto una vez "integrados"; de ahí que haya que ponerse la crema 30 minutos antes de la exposición. Esto no ocurre con las de filtro físico.