Hola,
Soy una chica de 22 años. Vivo en Valencia.
Hace casi siete años que soy vegetariana, aunque jamás he sentido mucha predilección por la carne, con decir que era lo que menos comía y que más dejaba apartado en el plato. Pero el cambio crucial sucedió cuando compré un pequeño libro de vegetarianismo en la librería. Siempre he amado a los animales, pero al leer el libro empecé a abrir los ojos respecto a las torturas a las que son sometidos. No pude volver a ver una hamburguesa con los mismos ojos. Me informé en internet y se lo comenté a mi mamá. A ella le pareció algo genial y en el trabajo conoció a una mujer que es vegetariana desde pequeña y que le recomendó algunas cosas. Mi mamá, al igual que yo, siempre ha sentido un profundo rechazo por la carne.
De modo que tras investigar sobre el tema, encontramos mejores y mucho más saludables sustitutos de la carne. Sin problemas, abandonamos la carne roja, el pollo y el pescado. Y nos sentimos muchísimo mejor.
Mi papá dijo que estábamos locas y que nos enfermaríamos, y el resto de la familia no podía creer nuestra decisión. Incluso nos dijeron que era algo drástico. Y por más que intentamos explicar lo que sabíamos, no funcionó. Para ellos, una comida sin carne, es basura.
Pero bueno, no importa lo que los demás piensen. Lo verdaderamente importante es cómo nos sentimos. Y siendo vegetarianas animalistas nos sentimos felices.
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