A mí me ocurrió exactamente lo mismo que a Nessie.
Hace un tiempo no paraba de repetir que el tofu era incomible o incomestible, pero ahora me encanta de cualquier manera: salteado con ajo, perejil, un chirrín de salsa de soja y vino blanco, como "huevos revueltos", beiconizado...
Empiezas odiándolo y poco después pasas justo al otro extremo