TOCHO VAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!
Yo no recuerdo todos los detalles (afortunadamente tiendo a olvidarme de las cosas malas con el tiempo y una caña ), pero las primeras chicas con las que compartí piso eran unas brujas. Todo comenzó cuando un conocido de mi novio nos alquiló su piso a condición de llenarlo (no pagábamos por habitación, sino por el piso completo) y nos dio mes y medio de margen para completar el alquiler. Pero había un problema, y es que pese a que Granada es una ciudad de estudiantes, la mayoría se quedan en las zonas universitarias y ese piso estaba a 30 min caminando de cualquier facultad, así que nos costó mucho que viniera gente a verlo. El primero que vino se quería quedar pero decidimos no darle el visto bueno porque no nos terminó de hacer mucha gracia(mal hecho, sí) y dimos por hecho que encontraríamos a más gente, y al segundo le caímos estupendamente y casi se queda, pero al final encontró un sitio más cerca de su facultad...
Vinieron varios más, pero al final se quedó una chica. Una chica con la que al principio no teníamos ningún problema, aunque es verdad que nos dio una primera mala impresión, pero a la que admitimos por desesperación, porque nosotros sí queríamos quedarnos. La chica tenía pinta de choni, llegó muy tarde a la cita, parecía bastante basta en las formas... pero bueno, al principio no teníamos ningún problema de convivencia más allá de algún pequeño feo, pero ya está.
Todo bien hasta que un día, esto casi al principio, nos dijo que una amiga suya tal vez se quería quedar en la habitación restante. Hay que decir que esa habitación era la menos atractiva de las tres que había porque era bastante más pequeña y daba al patio, así que era oscura. Eso sí, la amiga se quedaba sólo a condición de rebajar el precio, con lo cual el dinero que faltase para completar el alquiler lo teníamos que poner nosotros. Nosotros al principio dijimos que de momento no contemplábamos bajar el precio (era el cuarto más barato) y que preferíamos seguir buscando, y ahí se quedó la cosa.
Un día oímos un ruido fuerte a las tantas de la madrugada. Era la compañera, que había venido de farra y había sacado un colchón que había dentro dentro de un armario. Mi novio fue a ver qué pasaba y ella tuvo que decir con la boca pequeña que una amiga (no dijo quién) se quedaba a dormir. A él le pareció bien. El problema vino cuando esa amiga suya se quedó a dormir un día, y otro, y otro... Y claro, nosotros empezamos a hacer preguntas para saber qué pasaba porque al principio nos dijo que sólo se quedaba ese fin de semana. Empezaron a pasar cosas raras, cada día había gente nueva en el piso de aquí para allá. Lo cual es respetable siempre y cuando estén en su dormitorio, vengan de paso y ya. Pero es que teníamos inquilinos constantemente, alguna mañana me despertaba para desayunar y me encontraba a alguien en la cocina...
Todo esto fue aún más evidente cuando un día, por una casualidad divina, se cortó el agua. Mi novio estaba en la facultad, y yo estuve todo el día pendiente del tema del agua, así que ése día no me fui de la casa y SORPRESA, se ducharon cinco personas diferentes ese día. Lo que me llevó a pensar que allí había muchos días que se quedaban más personas a dormir, y no sólo a pasar el rato.
A todo esto hay que decir que la muchacha fumaba porros como quince personas juntas, la casa siempre olía a porro. Y aunque es cierto que le dimos permiso para fumar, sólo en el cuarto. Y la chica no pagaba nada de productos de limpieza, papel higiénico, etc, siempre cogía de lo nuestro.
Otro día habíamos quedado con un chico interesado en el piso, por lo que había que tener el piso organizado y recogido para dar una buena impresión. Pues la chica se fue de fiesta (cosa que hacía constantemente) y nos dejó toda su mierda desperdigada por el piso. Lo tuve que recoger todo yo a prisas, aunque habíamos acordado que había que limpiar cada uno lo suyo y que encontrar al cuarto compañero era cosa de todos.
La cosa se pasó de madre un día que vino diciéndonos que había completado el piso, que la amiga que había estado de ocupa todo ese tiempo en nuestra casa y gratis se quedaba en el piso tras no encontrar nada en Granada, y además rebajando el precio, por lo que el dinero restante lo teníamos que poner nostros. Todo esto lo había hablado con el casero, haciéndolo sin consultarnos nada.
Y para más inri esta amiga suya era la misma que se había quedado gratis todo ese tiempo, era la misma que había rechazado quedarse al principio porque "ya había encontrado algo" (lo que sucedía en realidad es que no le hacía gracia pagar ese dinero por el cuarto, ya está).
Llamamos al casero inmediatamente y se lo dijimos, a él le sorprendió porque pensaba que la chica había llamado después de acordarlo comúnmente; pero todo eso lo había guisado y comido ella solita. Se quería aprovechar del todo. A mí eso ya me pareció demasiado y me cabreé, se lo dije claramente a ambas y quise cortarle el grifo por completo.
El casero vino ese mismo día, pegándose un viaje larguísimo porque no vivía en Granada. Nos preguntó si queríamos quedarnos, que en ese caso echaríamos a estas chicas y nos quedaríamos nosotros preferentemente; pero que si no, él se plantearía que las chicas se quedasen porque le interesaba llenar el piso. Le dijimos que no queríamos seguir allí, que estábamos hartos de buscar a gente sin éxito, así que le pagaríamos lo de ese mes y punto. Pero la tía tonta, sabiendo que el casero iba a venir, no se le ocurrió mejor cosa que acudir a la cita del casero fumadísima así que al casero le dio tan mala impresión que no dejo que su amiga y ella se quedasen, aunque tenían todas las papeletas para poder quedarse allí. Desde luego, les faltaban un par de luces.
Aún así, el casero fue enrollado con ellas y les dijo que tenían una semana de margen para quedarse mientras buscaban otro piso. Nosotros teníamos un mes. Ese día fue uno de los peores, porque montaron una fiesta y se dedicaron a joder, esta vez sin cortarse en hacer ruido. Mi novio tenía fiebre y me daba mucha pena, así que acabé montando una bronca descomunal, echándoles del piso a sus amigos y mandándoles a la mierda. Sí, enfadada puedo llegar a dar miedo XD
Los siguientes días fueron aún peores, incluso tuvo que volver el casero porque montaban fiestas, y aunque él les prohibió que volvieran a traer gente ellas se lo pasaron por el arco del triunfo. La amiga de la chica empezó a decir mentiras, empezó a llorar para dar pena al casero, me amenazó con pegarme delante de él, etc.
Nosotros encontramos piso en dos días, en una buena localización que a mi novio le pillaba a 5 min de su facultad. Un poquito más cara, eso sí, pero mereció totalmente la pena. No quiero pensar qué hubiera pasado si hubiéramos firmado el contrato con esas chicas, habría sido un año muy difícil.