Lucille y Ruby son madre e hija.
Ellas no han nacido para estar juntas, su destino es ser separadas pocos días después del nacimiento de la pequeña.
Muchas madres como Lucille son obligadas a dar a luz para luego ser separadas de sus hijos. Y las madres desconsoladas les lloran durante días sin querer comer ni beber.
Esta vez, gracias a El Hogar ProVegan y todos sus voluntarios, Lucille y Ruby van a poder vivir de forma natural, como ellas elegirían: vivirán juntas el resto de sus vidas.
Y Clara, al fin, volverá a tener hermanas.
Lee su historia completa aquí: http://bit.ly/1f7GYlt