El
embrión es la etapa inicial del
desarrollo de
un ser vivo mientras se encuentra en el
huevo o en el
útero de la madre. En el caso específico del
ser humano, el término se aplica hasta el final de la octava semana desde la concepción (
fecundación). A partir de la octava semana, el embrión pasa a denominarse
feto.
En los organismos que se
reproducen de forma sexual, la fusión del
espermatozoide y el
óvulo en el proceso denominado
fecundación determina la formación de un
cigoto, que contiene una combinación del
ADN de ambos progenitores. Después de la fecundación, el cigoto comienza un proceso de división, que ocasiona un incremento del número de células, que reciben la denominación de
blastómeros. Posteriormente se inicia un proceso de
diferenciación celular que determinará la formación de los diferentes órganos y tejidos de acuerdo con un patrón establecido para dar lugar a un organismo final. Durante este proceso de diferenciación celular podemos diferenciar tres etapas:
blastulación,
gastrulación y
organogénesis. Al concluir el desarrollo embrionario, el organismo resultante recibe el nombre de
feto y completará su desarrollo hasta el momento del
parto.