No voy a tratar de defenderme. Yo sé que es asqueroso y detestable y probablemente para muchos de los que leyeron ese texto, muy decepcionante. Si añadiera que vivo en una ciudad donde si no te asusta ver a un joven malhablado de apariencia andrajosa y de procedencia racial mestiza o negroide es básicamente porque nunca te han dicho mientras te amenazan con un arma de fuego que te desplaces en contra de la pared para despojarte de tus pertenencias y que el patrón común es que las personas que cometen estos delitos suelen congregar ese conjunto de características (por la razón de que entre estratos sociales bajos las tasas de delincuencia son mayores porque la inclusión social es menor y esto a su vez coincide con el hecho de que quienes suelen estar en esa posición son minorías étnicas porque éstas son quienes se excluyen de los eventos sociales, a veces de manera bastante intuitiva) tal vez ayude a difuminar los inevitables juicios que alguno pensará -pero justificadamente, no lo niego- contra mí. Pero precisamente lo que quería evidenciar es que estos comportamientos se interiorizan y como tales es bastante difícil identificarlos y deshacerse de ellos.
No lo pongo en duda.También es una perogrullada (fantástico vocablo) ir por ahí diciendo que discriminar en función de sexo y raza está mal. Es que, vamos, es una puta obviedad. A mi no me contéis obviedades, tampoco...