El velo realza el rostro de la mujer, le da una apariencia modesta y humilde, y control y poder sobre su sexualidad. De una forma opuesta a como lo consiguen las mujeres occidentales al vestirse provocativamente.
El velo realza el rostro de la mujer, le da una apariencia modesta y humilde, y control y poder sobre su sexualidad. De una forma opuesta a como lo consiguen las mujeres occidentales al vestirse provocativamente.
especismo De especie e -ismo, por adapt. del ingl. speciesism.
1. m. Discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores.
2. m. Creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio.
Fuente: El CoránIniciado por Pako
Gracias
Abandono público de una víctima.
No os alarméis, era una niña inquieta.
“Ella se lo ha buscado”. El pueblo le da la espalda a la chica violada.
Calabria, pocos cientos de personas en la concentración de apoyo a la chica de 16 años violada durante tres años. El padre: “Me lo esperaba, si pudiera cogería a mi hija y la llevaría muy lejos”.
La niña, «un metro 55 centímetros y 40 kilos», aparece escrito en los documentos de investigación. De lo que hablan es de una niña. «¡Se lo ha buscado!». «Lo sentimos por su familia, pero ella no debería haberse puesto nunca en esa situación». «Sabíamos que era una chica algo inquieta». ¿Inquieta? «Una que no sabe quedarse en su sitio». Llega a la plaza el párroco Benvenuto Malara, se pone delante de las cámaras: «Por desgracia corre la voz de que este no sea un caso aislado. Hay mucha prostitución en el pueblo».
Han violado a la niña tres años seguidos. La prostitución no tiene nada que ver. La han violado nueve hombres, por turnos y a la vez. La agarraban por las muñecas, la obligaban luego a hacer bien la cama. «Había una colcha rosa», recuerda la niña en las visitas a la psicóloga. «No me quedaba la más mínima estima en mí misma. Algunas veces les dejaba hacer. Si me oponía, decían que era una incapaz. Quería llorar. Me sentía una mierda». Iban a recogerla a la salida del colegio, Corrado Alvaro, con la letra V del cartel caída. Está en la calle principal, justo delante de la comisaría de los carabinieri. Montaban a la niña en el coche y se iban al viejo cementerio, o al campo, o bajo el puente del canal. Más a menudo iban a una casa en la montaña, en Pentidattilo, donde estaba la cama.
Cuando esta tragedia italiana comenzó, la niña tenía 13 años. Ahora ha cumplido 16. Hace una semana, anunciando la detención de los violadores, el fiscal de Reggio Calabria, Federico Cafiero de Raho, ha dicho: «Este territorio sufre un retraso constante. Hay falta de sensibilidad. También los padres han estado implicados, todos lo sabían».
Ahora hay una concentración de apoyo en la plaza, delante de la estación. Hay cuatrocientas personas presentes, muchas vienen de otros pueblos. Cuatrocientas personas de 14 mil habitantes. El otro párroco se llama Domenico de Blasse: «Son todas víctimas –dice- también los muchachos. Yo creo que muchas veces el silencio es la respuesta más elocuente.»
Ha habido ya demasiado silencio en Melito de Porto Salvo. Las palabras aquí son siempre culpables, como un espejo que devuelve la imagen que no se debe ver. El alcalde Giuseppe Meduri sube al palco y ataca a la periodista Giusy Utano del telediario regional: «Ciertas reconstrucciones hechas en la televisión pública nos han ofendido». Pero, ¿qué culpa tiene la periodista si una de las voces que hablaron en el reportaje era la de una señora que hablaba así? «Me siento cercana a las familias con hijos varones. Por la manera en que se visten, ciertas chicas se lo buscan».
Melito de Porto Salvo es un pueblo en decadencia, cruzado por dos por la estatal 106 y por las vías del tren. Hay residuos acumulados, casas sin pintar, balcones destrozados. El comisario de policía está delante de una construcción. Y ahora, en la concentración solidaria, en medio de las pocas personas presentes, está también el padre de la niña. «Por desgracia me esperaba este tipo de participación», dice caminando con una pequeña antorcha en la mano. «Muchísimas veces hubiera querido abandonar esta situación. No me gusta usar la palabra asco, porque en Melito he crecido. Pero si pudiera, sin duda, si no tuviera aquí mi trabajo, cogería a mi hija y la llevaría lejos. Hemos intentado únicamente defendernos.»
En realidad ha habido mucha vacilación, también por parte de la madre. Pero ahora es fácil opinar para nosotros, que de aquí podemos irnos cuando queramos.
Un violador se llama Giovanni Iamonte, «descendiente de un exponente destacado de la mafia local ‘Ndragheta, sujeto notoriamente violento». Otro violador se llama Antonio Verduci, es hijo de un mariscal del ejército. Otro violador es Davide Schimizzi, hermano de un policía. Interceptado durante la investigación, pide consejo a su hermano. Y lo obtiene: «Cuando te llamen, tú vas y dices: ¡no recuerdo nada! ¡No puedes decir nada! Nooooo. Davide, no te equivoques. No tienes que hablar. Dices: mirad, la verdad, no me acuerdo. ¿Y cómo es que no te acuerdas? Dices: he estado con muchas chicas, no me acuerdo.»
Equivocarse. La verdad. Y la niña. Al principio creía que Schimizzi era su novio, pero luego le explicó cómo era estar con chicas: «Este amigo se mete donde antes estaba Davide, es decir, sobre mí. Yo intento irme porque no quería, me había vestido. Entonces Davide ayudó a su amigo a bajarme otra vez los pantalones. Y con Lorenzo tuve una relación, solo un momento, porque yo no me quedaba quieta, entonces empezaron a insultarme…»
La niña ya no comía. Faltaba a clase. El viejo director Anastasi: «Una situación triste, pero no creo que la gente haya callado.» El nuevo director Sclapari: «El colegio no tiene nada que ver, cada uno tiene que pensar en su propia familia». En realidad el colegio tiene que ver, y mucho. Mientras iba a un instituto en Reggio Calabria, la niña escribió una redacción sobre sus padres. Esa redacción llegó a su casa. Ha sido ella misma quien explicó a la psicóloga qué había escrito: «Mis padres se estaban separando. Y aunque yo no había dicho nada para protegerlos también a ellos, estaba un poco enfadada porque ellos nunca se habían dado cuenta…». Esa redacción fue el principio de su toma de conciencia.
Nadie puede considerarse a salvo en Italia si en Calabria no se liberan las palabras y se salva a la niña de Melito. En Facebook ha borrado a todos sus amigos. En la fotografía aparece junto a su padre. Ha elegido una frase del filósofo nihilista Friedrich Nietzsche: «La mejor sabiduría es callar e irse a otra parte.»"
"Artículo publicado en La Stampa, el 11/09/2016,
escrito por Niccolò Zancan.
la rebeldia de las jovenes musulmanas es un autoengaño, ha sido una especie de sindrome de estocolmo. yo he ido al colegio con varias amigas musulmanas y hace quince años sus madres iban a por ellas al colegio sin velos ni nada. rarisimo era ver un solo velo. las madres de mis amigas estaban integrandose con el resto de madres españolas a pasos de gigante, incluso muchas de ellas conducian. participaban en el ampa, hacian corrillos hablando entre todas, españolas y marroquies. sobre el 2005-2006 empezaron a verse pañuelos en el pelo, y unas ropas mas tristes, despues, velos, y empezaron los vestidos musulmanes monocolores, esa especie de batas que llevan ahora, dejaron de relacionarse con las madres españolas y se encerraron en si mismas, la madre de una amiga mia incluso dejo de ir a clase para mejorar su español, dejaron de llevar coches. poco antes habia crecido aun mas el numero de marroquies en mi barrio y habian abierto un pequeño local como mezquita. los padres de esas niñas presionaban a sus mujeres para llevar el pañuelo, el velo y el resto, tambien las abuelas y otros familiares venidos de marruecos.
apenas tengo contacto con mis amigas musulmanas del colegio (con los chicos tampoco), se que dejaron de estudiar, yo me fui de españa y vengo muy de vez en cuando y solo veo a mis amigas españolas y me cuentan que nuestras otras amigas apenas se relacionan con ellas y que se han covertido en un grupo cerrado, vestido islamico y todo bastante mal
es por eso que vuelvo a decir que este problema tiene mucho fondo detras, que la imposicion del velo, del los vestidos, del burkini, es cierta, que no es una moda, ni siquiera una protesta (eso es lo que se creen ellas, que las han metido esas ideas en la cabeza) que no se puede luchar contra los fanaticos que han logrado humillar asi a todas estas mujeres si no es desde una postura de fuerza, de impedir de la manera mas sencilla que las disfracen asi, que las obliguen a ir marcadas para que sufran rechazo por parte de las españolas y se cierren en si mismas, que ayer fue el pañuelo, hoy es el burkini, mañana la paella con cerdo y pasado que no coincidan los examenes y el ramadan, que al final nos vamos a ver todas metidas en su lio (un lio basado el lo que supuestamente dice un dios que no existe) y no vamos a saber salir, que no todo el mundo es tan bueno como nosotras, con todo lo malas que somos algunas
porque es tan dificil ver lo que esta pasando?
porque no luchamos desde ya contra las imposiciones que sufren nuestras compañeras y nos dejamos de justificar todas esas sagradas tradiciones por las que en otros paises estan matando a mujeres que se niegan a aceptarlas?
tan ciegas estamos que aceptamos todo lo que las hagan y exijan sus maridos y clerigos y encima nos pensamos que somos el no va mas de la democracia, el respeto y la lucha por los derechos de las mujeres? no se el tiempo que tardareis en daros cuenta de vuestro error, pero algun dia os dareis cuenta
Para quien le interese, la chica y su pañuelo, volverán al instituto
es muy interesante, porque ya no tendran excusa frente a sus padres las niñas que no querian llevar pañuelo y se agarraban a que no estaba permitido. a partir de ahora lo llevaran aun mas y la que no quiera se llevara algun discreto guantazo en casa (no pasa nada, no lo vamos a ver ni a oir, luego nosotras tranquilas y contentas)
un gran triunfo para el feminismo del siglo xxi, enhorabuena a tod@s l@s que lo habeis hecho posible. especialmente al govierno valenciano que da autonomia a los centros en cuanto al tema de la vestimenta de los alumnos para luego quitarsela cuando le parece bien (no seria mejor que decidiera directamente el politico o funcionario de turno sobre estos temas y que no se engañara a los padres del consejo escolar con una falsa autonomia?)
estamos que arrasamos en esto de defender derechos de las mujeres, sin duda al paso que vamos, ESTE VA A SER EL SIGLO DEL CAMBIO como ha dicho Takwa Rejeb, no os quepa duda
Última edición por pitu98; 20-sep-2016 a las 10:08