¿Qué me vas a decir a mí? Yo me encontré en las Ramblas de Barcelona, con todo el mundo pasando a su lado, a una paloma con las tripas fuera. Me la llevé a casa y la ahogué para ahorrarle una muerte agónica y dolorosa. ¡Cómo lloré!
Siéntete bien porque has hecho mucho más de lo que hacen la mayoría. Ella no murió sola.