Qué buena pinta, y encima llenito de hierro.
Para mí las espinacas crudas son uno de los grandes placeres gastronómicos. A veces me siento como un herbívoro porque podría comerlas solas tal cual, en hojas. Suelo comprar las baby, que son pequeñitas (no sé si las de la foto son peques o normales) y cada dos por tres me las hago en ensalada, con pasta, en bocadillo... Tengo hambre.
Los champiñones también me obsesionan cosa mala, así que esta receta ha dado en el clavo. La semana que viene me las llevo en tupper fijo.