A mi con mi última pareja me ha pasaba eso prácticamente como lo has descrito. Me rayaba más con el futuro que con el presente. Me respetaba completamente, pero cuando le espetaba que por qué seguía comiendo carne después de darle charlas interminables (vamos, que ignorante no podía ser), me decía que él provenía de una estirpe de recolectores-cazadores y que el cuerpo le pedía carne (a lo mejor va a ser verdad que yo vengo de otro planeta y por eso el mío no me lo pide).
Y si algún día llegara a tener un hijo ya fuera mío o adoptado no le pienso dar carne jamás, a lo que él decía que si había que respetar la libertad y no imponer nada y tal y cual.
Yo es que creo que ya no podría estar con nadie que no fuera por lo menos vegetariano, porque cuando veo comer carne a personas que quiero me siento mal y siento como si se estuvieran comiendo a mi perro.