Estoy de acuerdo. Es mi experiencia también.
Aunque donde vivo ahora también padezco el problema que menciona Oriola de que de repente se acaba el carril y a ver como me incorrporo (aparte del de las cuestas, que en Amsterdam o Bremen, por ejemplo no hay :-)), pero en Frankfurt, que es mucho menos ciclista que las ciudades que acabo de mencionar, el sistema era perfecto.