Tengo ganas de volver a Fionia. Y de ir con gente maravillosa que no fume y no beba alcohol y con quien compartir comidas.
Podíamos ir tranquilamente al albergue juvenil de Odense. vernos despacio el museo de Andersen, leer sus cuentos espirituales, visitar el castillo de Egeskov, visitar también sitios arqueológicos neolíticos y vikingos, dar paseos en bicicleta...

Si os parece demasiado tiempo para una sola isla, podíamos combinarlo yendo a la isla de Selandia, visitar castillos y palacios, o Copenague capital. O bajar a los acantilados de Mons, Mons Klint, que debe de ser precioso. En un paraje parecido de la isla de Rügen tuve yo una vivencia maravillosa mística.

¿qué os parece? ¿quién se apunta?