Pues yo he pensado mucho en eso y lo cierto es que resulta muy complicado llevar una vida completamente ética y justa en este mundo globalizado. Mi conclusión es que lo mejor es intentar consumir lo menos posible, desde la luz, agua o gasolina hasta el champú y los alimentos, y si son productos naturales, locales y ecológicos, mejor que mejor.
Solo intento modestamente poner mi granito de arena para mejorar el mundo dentro de mis posibilidades