Hasta aquí espero haberte convencido de que todos los tipos de carne – incluido el pescado (para más información ver los boletines de febrero de 2003 – “El pescado no es comida sana”, y de julio de 2003 – “La carne en la dieta humana”) – no son nutricionalmente necesarios, y que su consumo breve o prolongado puede resultar en una amplia variedad de enfermedades que comúnmente afectan a la gente que lleva una dieta de tipo occidental. Pero también sé que los viejos hábitos son difíciles de romper, y que las presiones de la familia y los amigos pueden ser muy poderosas. Como médico me siento obligado a enseñarte lo mejor. Cuando me dices que no quieres un cáncer de pulmón y me preguntas cuántos cigarrillos deberías fumar, sólo tengo una respuesta que darte – ninguno. Si has sufrido un ataque cardíaco y no deseas otro, cuando me preguntes cuánta carne (colesterol y grasa) deberías comer, sólo tengo una respuesta. No obstante, este enfoque no es del tipo “todo o nada”, de modo que se pueden esperar mejorías incluso con un acercamiento hacia aumentar el consumo de almidones, verduras y frutas.
Estarás pensando: muy bien, reduciré el consumo de carne y sólo la consumiré una vez a la larga. Eso no me puede perjudicar mucho, ¿verdad? Bueno, pues podrías tener suerte. Sin embargo, ciertamente pienso que la forma más fácil de cambiar a una vida más sana es hacerlo por completo o no hacerlo. La gente responde mejor cuando dan un corte limpio a sus viejos hábitos. ¿Conoces a algún fumador que se dejase de fumar reduciendo la cantidad progresivamente? ¿O a un alcohólico que se pasase a la cerveza para dejar de beber? Yo no. Y lo mismo sucede con la comida. Adopta la actitud de que quieres dejar atrás permanentemente tu pobre salud y aspecto corpulento tomando una decisión seria. De este modo podrás desterrar de tu frigorífico todos tus alimentos favoritos de antes. Entonces estarás situado en una buena posición para buscar y aprender a apreciar nuevos alimentos saludables. Las grandes mejorías que notarás en tu salud te mantendrán motivado para comer bien y realizar ejercicio.
Dr. John McDougall
Publicado originalmente en The McDougall Newsletter, Nov. 2003
Para más detalles,
www.drmcdougall.com
Traducción realizada por David Román, previa autorización expresa del Dr. McDougall