No son perros, no son gatos, pero son uno de esos pocos animales con los que tenemos una afinidad especial. Somos los que estamos causando su progresivo declive y también somos su única esperanza, como bien dicen en este vídeo que no deberíais perderos. Y difundidlo. Que todo el mundo se entere.

Los delfines han evolucionado por millones de años, adaptándose perfectamente a la vida marina. Son inteligentes, sociables y conscientes de sí mismos, demostrando a través de sus comportamientos un sentido emocional altamente desarrollado. Los problemas relacionados con el cautiverio incluyen, pero no se limitan, a los siguientes hechos.

La captura de los defines es un acto traumático y estresante que puede resultar en la lesión y muerte de los delfines. La cantidad de delfines que mueren durante operaciones de captura, o poco después de ser capturados, nunca se publica por los delfinarios ni tampoco por los programas de natación con delfines. Algunas instalaciones hasta aseguran que sus delfines han sido “rescatados” del mar y que por eso no pueden ser liberados. Esta afirmación casi siempre es falsa.

Como se ha visto en el documental ganador del Oscar, The Cove (en español: La Caleta), en lugares como Taiji, Japón, miles de delfines son asesinados cada año en operaciones denominadas como “drive hunts”. Mientras que la carne de los delfines asesinados se vende como comida, un incentivo tremendo para los cazadores de delfines es vender delfines vivos para fines de cautiverio. Un delfín se puede vender por hasta USD $ 150.000. Por eso se puede afirmar que el cautiverio de los delfines está íntimamente ligada a su matanza.

La información sobre los métodos de entrenamiento de los delfines suele ser distorsionada por los representantes de las industrias de cautiverio para que el público crea que a los delfines les gusta participar en espectáculos. Este no es el caso. Los delfines hacen presentaciones porque se les ha prohibido comer.

La mayoría de los delfines son confinados en acuarios minúsculos que contienen agua marina artificial o químicamente alterado. A los delfines que residen en los acuarios se les restringe mucho el uso de su altamente desarrollado sistema de sonar, lo cual constituye uno de los aspectos más dañinos de el cautiverio. Es como forzar a alguien a pasar el resto de su vida en un salón de espejos – su imagen le persigue constantemente sin que haya manera clara de salir.

El ‘Proyecto Delfin’ de Ric O’Barry trabaja alrededor del mundo para sensibilizar al público sobre las matanzas y la explotación de los delfines, con campañas en Japón, Indonesia, los Estados Unidos, y otros países. No pararemos hasta que los delfines sean tratados con el respeto que se merecen. Ahora que usted sabe la verdad sobre los delfines en cautiverio, le pedimos que jamás compre un boleto a un espectáculo de delfines.

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