¿Sabéis qué es una irreversible pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo? Comer por placer. ¿No preferirías ingerir sustancias insípidas el resto de tu vida y ahorrarte pasar por toda la historia de comerte un sandwich prefabricado? ¿O de jalarte una pizza de resaca? Rob Rhinehart, un programador de Atlanta y, probablemente, un tío muy ocupado, piensa así.
Rob se sentía estafado por el tiempo excesivo que tardaba en hacerse un huevo frito por la mañana y decidió que tenía que hacer algo. Lo que hizo fue simplificar la comida en "nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar" (lo cual suena muy bulímico, lo sé, pero te juro que no lo es), así que se ha inventado un cóctel de color beige sin olor que se llama Soylent.