Iniciado por
sujal
Estas fechas son un estímulo a dejarnos llevar por los apetitos, por el derroche de los sentidos y la trivialidad en nombre de alguien que personifica todo lo contrario, Jesús. Tanto él como cualquier otro referente de las virtudes humanas, quedarían estupefactos ante tal espectáculo.
La alimentación es la reina de las excusas para tal celebración. Todo vale porque es una fecha especial en la que falla la creatividad y necesitamos llenar las mesas para catapultar nuestra torpeza social. Cualquier celebración ha dejado paso a la gula apartando el rito (o celebración original) a un lado.
Si cada vez que tenemos que jalonar el camino hacia la confraternización tenemos que guiarnos por el estómago en vez de con la cabeza y el corazón, podemos afirmar con rotundidad que algo falla.
Espero que mis palabras os inviten a la perseverancia aunque pinten un entorno muy pobre en valores. Saberos orgullos@s de vuestro valor y ejemplo.
También os digo... GRACIAS!