Me pregunto si no os pasa lo mismo que a mí cuando vais al super, especialmente en fechas señaladas como la de hoy. Pues yo al menos siento una sensación de naúsea, no sólo por el sangriento contenido de las cestas que pululan, sino también por la locura consumista que parece apoderarse de los homo sapiens del mundo rico. No sé por qué me entra una vena filosófica, pero en esos momentos me pregunto si verdaderamente tenemos remedio, y pienso qué tendrá que ocurrir para que se dé la vuelta a todo esto. Yo es que parecía un gilipollas con mi coliflor en mi cesta, mientras los langostinos, gulas, corderitos etc rebosaban en los carritos...No sé, a veces tiendo a desear que los negros presagios que se anuncian para nuestra especial especie tomen cuerpo, a ver si al menos por las malas se va recuperando la cordura. Eso sí , para entonces espero haberme largado de aquí...