Estoy a punto de llorar de emoción, algo que no me pasa desde hace mucho tiempo. No creo que encuentre las palabras, por muchas que escriba, para expresar la profunda emoción que siento por lo que sucederá mañana, 9 de Abril, en la ciudad Bogotá, capital de la maravillosa Colombia.
Mañana los animales asumirán la consideración de "víctimas". Un hecho que, desde lo filosófico, político y social, no puede ser considerado menor, sino más bien todo lo contrario.
Mañana, en la Marcha por la Paz, convocada por cientos de plataformas, organizaciones e instituciones civiles colombianas, se pedirá "Paz también para los animales", incluyendo la reivindicación en la carta por la paz de la que se hará lectura en la movilización.
El proceso de paz con mas posibilidades de éxito en todo el Planeta, el que acabará con años de violencia, muerte y sufrimiento en un país estigmatizado e injustamente reconocido por dichos flagelos, un tema de tanta relevancia pública, mediática y política, incluirá un lema de "paz también para los animales". Es, como mínimo, para llorar de emoción.
En los comentarios les dejo algunos links para conocer más al respecto.
La única y verdadera paz es aquella que no entiende de especies. Mañana estaré con Colombia, más que nunca.