En Alemania, Holanda y Bélgica pasé varias veces por granjas de vacas, caballos, etc. y se te acercan para que los toques.
Al lado de la casa donde me alojaba en el norte de Holanda había este pony poco mas grande que un perro San Bernardo y cada mañana al salir y a la noche al volver se acercaba para que lo acariciase: