Un carnívoro alumno de mi madre nos conto una historia desgarradora: una vez el comió un perro a la vinagretta (sin saber, claro, y al saber, lo vomitó). A mi eso me entristeció. Y le pregunte: que diferencia tiene un perro de una vaca, si los dos sufrieron lo mismo al morir, y están igualmente muertos? Me respondió que al perro le tiene afecto, que le importa (“el pobrecito”), y la vaca le importa un comino. Yo intenté hacerle sentir un mínimo afecto por la pobre vaquita, y el siguió que “la quiero comer, porque tengo hambre…”.
Y ahí va la pregunta: como explicarle que todo ser vivo tiene sentimientos y derecho a vivir y no ser comido con mayonesa?