Cierto, y ese tipo de estereotipos también afectan a los hombres. Lo peor no es que nos creamos que siendo feos o gordos vamos a conquistar a la tía buena. Lo peor es que nos creemos que siendo pagafantas lo vamos a conseguir. En la vida real las tías buenas te sueltan alegremente un "yo es que te veo como un amigo" y luego se ponen a 4 patas ante el macho alfa de turno.