VALORANDO ACIERTOS
Es indiscutible que se han dado notables avances en la lucha a favor de la defensa de los animales en todo el mundo y México no es la excepción. En una parte significativa de nuestra población ha habido un cambio en la percepción de los animales no humanos.
A nivel educación, hay más conciencia acerca de la adopción, cada vez más personas muestran preferencia por los refugios y campañas para dar hogar a animales de compañía rescatados por encima de las tiendas de mascotas.
También se registra un aumento en la difusión de la importancia de la esterilización de los animales domésticos para evitar la sobrepoblación y el consecuente aumento de ejemplares callejeros. Aunque no hay estadísticas los especialistas coinciden en que hay más individuos conscientes de la trascendencia de esterilizar a sus mascotas y que además difunden esa ideología entre sus conocidos, por lo cual se espera que cada vez sea mayor el progreso en este rubro.
Una victoria en ocasiones desapercibida, pero sin duda valorada por quienes se preocupan por los animales, y resulta digno de resaltarse, es el crecimiento en la oferta de restaurantes especializados en cocina vegetariana y vegana, así como la inclusión de alternativas para quienes no comen carne en los menús de considerables establecimientos, lo cual puede apreciarse en prácticamente todo el país. Los activistas consideran que este cambio va de la mano con una mayor actitud de respeto hacia quienes adoptan y defienden la opción vegetariana, pues todavía hace relativamente pocos años estas personas eran comúnmente víctimas de discriminación, mientras que hoy se valida su estilo de vida y se les brinda opciones para que puedan continuar su proyecto alimenticio sin necesidad de aislarse.
En el mismo contexto, tanto el vegetarianismo como el interés por proteger a los animales se han visto favorecidos por la participación de figuras públicas en campañas: cantantes y músicos, actores de televisión y de cine nacional, así como conductores de medios en general, han prestado su voz y rostro a diferentes organizaciones y con ello han contribuido a que otro sector de la población voltee a ver estas opciones.
Es preciso señalar que aún es necesario hacer una distinción entre protectores de animales y vegetarianos. Muchos activistas enfatizan que no es congruente distinguir entre especies: no se puede defender a perros y gatos y comer carne de res, cerdo, pollo o pescado, dicen (los veganos agregan: ni comer ningún producto que provenga de animales, como los lácteos). Tampoco creer que vale más la vida de una especie en peligro de extinción que de una que se cuenta por millones, o la de un toro de lidia por encima de una vaca en el rastro. Pero estos puntos aún son motivo de controversia e incluso de división entre los propios grupos.
Una red que ayuda
Si hay una herramienta que ha venido a revolucionar el panorama para los protectores de animales, son las redes sociales. Más allá de todo el apoyo que puede proporcionarles Internet como plataforma de difusión y medio de comunicación con sus homólogos alrededor del orbe, sitios como Twitter y Facebook han sido clave para que cada vez un mayor número de personas intervengan en casos de maltrato, o en campañas cuyo fin es colaborar de alguna manera a la protección animal.
Como ya se dijo, la información que más suele circular por estos medios es la búsqueda de hogar para felinos y canes que se encuentran en refugios o en hogares temporales; también se ha vuelto un foro usual para que personas con mascotas que han dado a luz ubiquen a futuros responsables de las crías. Es además un punto clave para la difusión de programas de adopción que se instalan en puntos estratégicos como parques y plazas en diversas ciudades.
A través de las redes se convoca a gente dispuesta a realizar donativos económicos o en especie, sobre todo de alimento y artículos para el aseo. Este punto es particularmente importante ya que el grueso de las organizaciones subsiste mediante donativos de sus miembros y simpatizantes.
En Facebook se crean fan pages de las numerosas asociaciones que existen; basta que los usuarios de esta plataforma opriman el famoso botón de like para que tengan acceso a los productos en venta (camisetas, tazas, botones, plumas y demás) y a la agenda de las actividades programadas para su causa.
El alcance de la publicidad en las redes quedó claro el pasado 22 de abril, cuando más de 7,000 personas se dieron cita en el Zócalo de la Ciudad de México (y otras tantas en diferentes estados) para demandar la prohibición de las corridas de toros, convocadas por el sitio Sin Violencia (www.sin-violencia.org.mx) respondiendo a una invitación difundida principalmente a través de las ya citadas páginas.
Las redes son un foro de denuncia para internautas y para organizaciones. Los primeros suben a ellos fotografías de animales que encuentran en alguna situación de riesgo, para solicitar algún organismo que los rescate, e igualmente estos difunden ahí los casos en los que trabajan. Puede decirse que hoy es más difícil que un caso de maltrato pase desapercibido.
Por su parte, las asociaciones centradas en la educación y difusión en pro de los derechos de los animales encuentran aquí un sitio ideal para diseminar su información; en nuestros días no es descabellado afirmar que tiene más penetración una imagen o tríptico ‘virtual’, que la entrega de folletos en las esquinas de una ciudad (por no decir que la opción en la web es también más amigable con el planeta).