Andrea tiene 18 años y, en vista de la escasa oferta laboral, apuesta por un empleo que en ciudades como Nueva York es todo un clásico

Una joven de Castellón se convierte en la primera paseadora de perros de la provincia



Andrea con dos de sus 'clientes' en el paseo de Benicàssim.

Andrea tiene 18 años y es la única paseadora de perros de Benicàssim. Lejos de los lujosos apartamentos neoyorquinos de Manhattan donde 'el paseador de perros' es una emblemática figura en el día a día de la Quinta Avenida, ella se perfila como la primera paseadora de perros de la provincia, recogiendo el testigo de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Santiago, Valencia, Gijón, Lugo, Córdoba o Bilbao.

En tiempos de crisis hay que optar por la imaginación y, aunque este empleo no es algo nuevo en Estados Unidos, donde es muy normal que la gente confíe sus perros a otras personas o empresas para que los cuiden, en España lleva todavía poco tiempo.

Andrea empezó esta arriesgada aventura hace unos meses. «Hacía tiempo que buscaba trabajo y no encontraba nada, un día navegando por Internet se me ocurrió la idea de ser paseadora de perros, un modo de trabajar aprovechando mi pasión por los animales». «Puse anuncios por Internet y colgué carteles por la calle esperando que alguien me llamara», continuó.

A los pocos días, sonó el teléfono. El primer cliente de Andrea solicitaba que paseara a su perro durante una hora, por un módico precio. Y es que, las tarifas de la paseadora de la Plana parten de tres euros por media hora y cinco euros la hora entera por cada animal, en consonancia con los de otras ciudades españolas, y «la más solicitada es la de una hora» aseguraba.

Poco a poco, Andrea ha ido afianzándose en este trabajo, que no sólo ejerce de manera pasajera en verano, el resto del año trabaja en los municipios del Grao y Castellón. «Durante el invierno tengo más clientela, en verano está todo un poco más parado» explicaba, ya que el perfil de cliente que contrata estos servicios responde a personas con horarios complicados y trabajos imposibles y, por ahora, Benicàssim se presenta como un municipio de turismo y vacaciones en donde los dueños disponen de tiempo para sus mascotas.

Un 'dinerillo' extra

Pero la crisis llega también al reino animal. Andrea aseguraba que «la he notado mucho la en los últimos meses, ahora trabajo cuando me llaman, sólo algunos días a la semana», así sus jornadas se reducen a un fin de semana o a unos días. Además aún no cuenta con clientes fijos, aunque se va afianzando en un sector en el que, por ahora, tiene poca competencia.

De vez en cuando, surge la esperada pregunta: «¿Pero quién va a pagar por que pasees a su perro?», pero, por muy utópico que parezca, Andrea se ha sacado algún 'dinerito' con este trabajo. «Esta semana he sacado a cuatro perros. Hay semanas con menos o más clientes, pero siempre tengo algo».

Además, el servicio incluye un elaborado trayecto siguiendo las indicaciones del propietario, de modo que son los propios clientes quienes escogen las zonas por las cuales Andrea paseará a su perro, ya sea calle, parque o paseo marítimo.

«En estos tiempos de crisis, hay que ser original» afirma, consciente de que su idea ha sido acogida por otros jóvenes. «Desde que me anuncié, he visto otros carteles de 'paseadores' que copian frases de los míos», relata. Parece que Andrea no será la única paseadora de perros.

http://www.lasprovincias.es/v/201208...-20120819.html