El ser humano es el animal más omnívoro que existe. Comemos incluso sucedáneos de comida inventados y transformados por nosotros mismos.
En el pasado nos comiamos lo que podiamos, nuestro instinto de supervivencia era tal que nos llevábamos a la boca cosas que incluso nos sentaban mal, como es el caso de la carne cruda. Desarrollamos colmillos generación tras generación para atender a tal fin.
Después apareció el fuego. Y antes de que nuestro organismo se acostumbrase a la digestión de la carne al natural, descubrimos a hacer barbacoas, de lo cual aprendimos que la carne después del fuego, huele mejor, sabe mejor y se digiere mejor.
Ahora se nos plantea otro escenario: a nosotros (privilegiados, aunque cada dia un poco menos) nos sobra la comida sin necesidad del uso de ninguna técnica de caza. Hemos desarrollado otro tipo de vida, en parte basado en la información, información que nos permite conocer algo que ningún otro animal sabe: nuestras necesidades antes incluso de necesitar satisfacerlas.
Podemos vivir sin comer animales de la misma manera que podríamos vivir sin pelo en los genitales: porque ya no nos hace falta, hemos inventado el gallumbo!