Vacunas que llevan materiales procedentes de fetos humanos abortados. Esto tiene que ser cierto a la fuerza.
No hace falta decir nada más. Los científicos que trabajan en el desarrollo de nuevas vacunas desayunan bebés humanos, y al llegar a casa encienden varios adorables cachorritos para calentarse junto a la chimenea.
Una prima mía lo sabe, porque fue becaria en una universidad que desarrolla la vacuna del control mental y vio los carros llenos de bebes y de cachorritos.