Además de estos beneficios, y teniendo en cuenta el campo de la actividad física, la cúrcuma tiene unas grandes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que ayudará a aliviar el dolor y proteger las articulaciones, por ejemplo ayudando mucho en la artritis, dándole una protección extra a nuestras articulaciones.
Otra función que actualmente se está estudiando de la curcumina, es el gran poder que tiene de cara a la recuperación de lesiones, y recuperación tras el ejercicio, en donde a través de sus potentes efectos antiinflamatorios, esta puede ayudar a prevenir el catabolismo muscular, ayudando a conservar el tejido muscular, lo que se refleja en una mejor recuperación.
Los efectos antiinflamatorios de la curcumina, actúa bloqueando la actividad del factor nuclear kappa beta (NFKB) el cual podemos definir como “El director de todas las reacciones inflamatorias del cuerpo”, lo cual explica el por qué tiene tantos beneficios, ya que todas las enfermedades nombradas; cardiovasculares, cáncer, etc. tienen una causa inflamatoria.