Aunque parezca imposible y duro mi opinión es que es responsabilidad nuestra educarles para que nos respeten respetándoles también a ellos. Aunque reconozco que es una tarea difícil. En mi caso tengo suerte porque no vivo con mis padres desde que tenía doce años y siempre han respetado mi "espíritu libre" Lo cierto es que aún así (o quizá debido a eso) me llevo genial con ellos y adoro a mi familia. A mis "cuarenta y" les llamo todas las noches!!! por eso me encantan las comidas familiares, lo malo es que viviendo fuera tengo muchas menos de las que me gustaría.
Edito: por comidas familiares entiendo aquellas con mis padres, mi medio melón, hermana cuñado y sobri, poquísimas otras personas de mi familia entran en ese círculo.