Susana Carpio - ‘Nos amenazan todo el tiempo, es un trabajo difícil’



El presente es uno de los trabajos seleccionados por el jurado del concurso escolar “La entrevista que siempre soñé”, organizado por la Asociación Mundial de Periódicos, WAN por sus siglas en inglés, y patrocinado en Bolivia por la Fundación para el Periodismo (FPP), la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) y European Journalism Centre (EJC). Dos proyectos elegidos de entre más de 70 representarán al país en el certamen internacional de periodismo infanto-juvenil.

Hace 17 años que trabaja como voluntaria, sin percibir sueldo alguno, en beneficio de los derechos de los animales. Desde entonces, ha dedicado su vida a Animales SOS, entidad de la que es fundadora. Susana Carpio Ormachea, hija, esposa y madre de tres hijos, uno de ellos de cuatro patas, responde a las consultas de los alumnos del 4to. de Secundaria de la Unidad Educativa Piloto Intervida de la ciudad de El Alto.

— ¿Cómo está conformada tu familia?

— Mi esposo se llama Camilo Bocángel, es administrador de empresas y es el que mantiene a la familia hace 17 años, porque yo no gano sueldo por lo que hago; trabajo gratis, soy voluntaria hace 17 años. Tengo un niño de 14 que se llama Adriano y una niña de 10, Alelis. Y tengo un hijo con cuatro patas que se llama Peluzo, que es mi gato. A mis hijos siempre les digo: “Vayan a traer a su hermano”, y ellos saben cuál es su hermano…

— ¿Cuál es tu profesión?

— Soy arquitecta de profesión, un error de la vida, porque siempre odié las matemáticas y la química en colegio. Si alguien me habría dado la oportunidad de ser una pastora con pies descalzos en lugar de estudiar, con seguridad habría escogido ser pastora; tal vez porque soy demasiado simple, como los animales… Dios sabe lo que hace, así que soy una arquitecta de mi destino, porque no trabajo en mi profesión. Sé mucho de veterinaria, de biología y de derecho porque son tres cosas que tengo que saber para ayudar a los animales.

— ¿Cómo fue tu relación con los animales desde niña?

— Los he amado desde muy chiquita. Mi padre era muy querendón de los animales… Toda mi vida he tenido un perro. Siempre ha dormido conmigo, siempre ha sido parte de la familia…

— ¿Cuál fue tu primera mascota y cómo se llamaba?

— Pillín Carpio, un perrito de una señora que vendía aceites en el mercado Rodríguez y no lo quería.

— ¿Qué es lo que más te gusta de los animales y cuál fue la cosa más loca que hiciste por ellos?

— Lo que más me gusta de los animales es su simplicidad. Nosotros, los humanos, somos hipócritas, actuamos con una sonrisa cuando queremos algo, decimos cosas que no sentimos… Creo que durante todos estos años me he ido decepcionando cada vez más de los seres humanos… Creo que la cosa más loca que he hecho por un animal ha sido violar la ley, entrarme a un domicilio sin permiso y robármelo… Un día tomé a mi hijo con apenas un día de nacido y salí en una moto para atender un caso de maltrato de animales… He hecho muchas cosas arriesgando mi vida, pero estoy feliz porque gracias a ello salvé la vida de un animal.

— Un dilema: Si para salvar a dos cachorros tendrías que matar a un perro, pero considera que el perro que tendrías que matar es hembra y va a tener crías, ¿qué harías?

— No siempre se presentan esos casos... Un día mis hijos que preguntaron: “Mami, si hay un incendio, ¿a quién salvarías primero: a nosotros o a nuestras mascotas?” Yo les dije: “Intentaría salvarlos a todos y salvaría al que pueda”. Y eso es cierto, pero creo que en un momento dado uno escoge a los hijos antes que a las mascotas, aunque cuando se trata de un animal y otro, yo creo que uno siempre escoge al más desvalido.

— ¿Recibiste amenazas por realizar tu trabajo?

— …Todo el tiempo nuestra vida corre peligro, pero todos estamos protegidos por Dios, todos creemos en Dios firmemente. Recibimos amenazas todo el tiempo; este trabajo es uno de los más difíciles que hay...

— ¿Cuándo comienza el proyecto Animales S.O.S. y cuál es su función principal?

— Comenzó en 1995, luego de que recogí sola a cuanto animal veía en la calle. Nuestra misión es salvar a los animales que están en condiciones críticas, los que agonizando sufren en las calles.

— ¿Tu familia te comprende?

— Creo que lo más difícil es la decepción que te llevas de gente que crees que es parte de la organización… Mi familia siempre me ha apoyado, sobre todo mi esposo. Sin él, no tendría Animales S.O.S., siempre le digo eso…

— ¿Qué será de Animales S.O.S cuando tú te retires?

— Es difícil que me retire, y quisiera irme, eso te lo aseguro. Mucha gente me pregunta si me gusta lo que hago, y yo les contesto que “no”, porque vivir entre el dolor y la impotencia, no es algo fácil, es muy difícil… Todos los años la directiva de Animales S.O.S. elige a una persona para que dirija la organización, y durante 17 años me han elegido a mí... De todos modos, no me preocupa si mañana me voy para siempre, porque creo que en la organización hay gente muy comprometida, que tomaría tranquilamente la bandera que estoy llevando…

— ¿Qué sueñas, cómo te ves en el futuro?

— Hay sueños posibles e imposibles. Quisiera, como parte de un sueño imposible, que todos los animales de la tierra desaparezcan, para que aprendamos a valorar a cada uno de ellos… Un sueño posible es que los gobiernos nacionales y locales cumplan de alguna manera un rol más importante para beneficio de los animales… Ese es mi sueño, y creo que se puede alcanzar.

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