Les cuento mi historia:
Nunca fui muy amiga de la carne, lo que sí comía era pollo y pescado. Después de ser madre he quedado con unos cuantos kilos de más y desde allí, he probado millones de dietas, y sobre todo las que eran bajas en hidratos de carbono y altas en proteínas, que eran las que funcionaban, pero por un tiempo. Notaba que bajaba muchísimo, me la pasaba comiendo carne, una locura. Con el tiempo notaba que me sentía mal, me dolían los huesos, sufría de dolor de estomago, etc., entonces volvía a dejar la dieta e intentar otra vez. Conclusión: me asqueó la carne, ya sean blancas o rojas.
Hace 4 meses que dejé de consumirlas por completo y me siento muy bien, no sólo físicamente sino de animo también.
La verdad es que no he bajado mucho de peso, pero estoy tratando de cambiar mis hábitos como dejar los azúcares, harinas y realizar actividad física.
ESTOY MUY FELIZ Y ORGULLOSA DE MI NUEVO ESTILO DE VIDA Y NO PIENSO CAMBIARLO NUNCA MÁS!!!
Un abrazo, gracias por compartir.
Bienvenida.
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