Aún no se deben de haber enterado de que lo que importa no es la libertad de que la gente asista a no a los toros, sino la libertad del toro en sí.
Si consideran que el asesinato del toro se hace con amor, imagino que los casos de malos tratos y asesinatos entre cónyuges o a los propios hijos también los justifican si se han hecho desde el cariño.