Citar¡Vaya filósofo!
El filósofo francés y pregonero taurino de la Feria de Abril de Sevilla en 2010, Francis Wolff, es autor del libro publicado por la editorial Almuzara, dentro de su colección Taurología, '50 razones para defender la corrida de toros', ensayo en el que argumenta el "valor cultural" de una Fiesta presidida por una cuestión "política más que ética" en España.
Para Wolff, "el único argumento, si así se puede considerar", para mostrarse en contra de los toros es la "sensibilidad", con respecto a la cual entiende que haya "muchas personas que no pueden soportar la idea de un animal herido muriendo", aunque, ha puntualizado que se trata de "una cuestión de identificación con el toro en el espectáculo de la corrida de toros".
http://www.astauros.com/razones.pdf
(Las tonterías que se pueden leer..)
"Mientras haya mataderos, habrá campos de batalla." L.Tolstoy.
"Podrán cortar todas las flores, pero nunca detendrán la primavera". P.Neruda
[Ya lo decía la frase: todos los tontos tienen suerte.
Cualquier día me banean por decir las cosas claras, así que mando ya mi despedida. ¡Hasta otra!. ]
¡Vaya filósofo!
El amor es para siempre; si no, no es amor.
Quim Monzó escribió un artículo interesante al respecto: http://www.lavanguardia.com/opinion/..._htqY.facebook(...)ensayo en el que argumenta el "valor cultural" de una Fiesta presidida por una cuestión "política más que ética" en España.
(Lo muevo a Mundo Animal)
Que gracia siempre con lo de la "comprensión". Como si eso solucionara el problema...¿Le gustan las corridas de toros?
¡Sepa defenderlas!
¿No le gustan las corridas de toros?
¡Sepa comprenderlas!
No me molesto en leer las supuestas razones pero imagino que serán los argumentos falsos y ridículos de siempre, que pereza de gente.
Leyendo el enlace al pdf de este pseudofilósofo (para ser amante de la sabiduría le falta pasar sus pensamientos por el tamiz del corazón y ponerse en la piel del toro) me ha venido a la cabeza el batallón de teólogos que en pleno siglo XVII aún sostenían la legitimidad moral de la práctica de la esclavitud.Iniciado por Liver
El filósofo francés y pregonero taurino de la Feria de Abril de Sevilla en 2010, Francis Wolff, es autor del libro publicado por la editorial Almuzara, dentro de su colección Taurología, '50 razones para defender la corrida de toros', ensayo en el que argumenta el "valor cultural" de una Fiesta presidida por una cuestión "política más que ética" en España.
Para Wolff, "el único argumento, si así se puede considerar", para mostrarse en contra de los toros es la "sensibilidad", con respecto a la cual entiende que haya "muchas personas que no pueden soportar la idea de un animal herido muriendo", aunque, ha puntualizado que se trata de "una cuestión de identificación con el toro en el espectáculo de la corrida de toros".
http://www.astauros.com/razones.pdf
(Las tonterías que se pueden leer..)
Ein(interrogación)(...)Incluso algunos
teóricos serios de esta causa confiesan, eso sí con la boca pequeña, que las
corridas de toros no son más “perjudiciales” para los toros que lo serían las
carreras hípicas para los caballos. (Por los mismos motivos, ¿se prohibirían las
carreras de caballos? ¿Qué quedaría entonces del último vínculo entre el
hombre y el caballo?)(...)
La desgracia, dice... (jaja)(...)La desgracia es que en la actualidad prolifera una cierta moda oportunista, vagamente naturalista, vagamente compasiva, vagamente “verde”, vagamente “victimista” y sobre todo completamente ignorante tanto de la naturaleza animal como de la realidad de las corridas de toros. Esta coyuntura suscita simpatía con cualquier causa animal de manera tan espontánea como irreflexiva y por tanto despierta la antipatía inmediata contra la fiesta de los toros. Así, para um gran número de personas, ¿no es cierto que las corridas de toros son ese espectáculo bárbaro donde se matan en público pobres animalitos? Entonces, para garantizar el éxito de las campañas antitaurinas, basta con que unos cuantos militantes exaltados recurran a algunas imágenes impactantes de la televisión, a algún eslogan (“¡tortura!”) y a alguna injuria (“¡sádicos!”) simplistas.(...)
Ay, mira, que paso, que yo solo quería leer las cincuenta razones esas, y no tanta absurdez seguida.(...)Incluso aceptando las acusaciones más graves y más falsas de sus detractores (justamente lo que intentaremos refutar en las páginas siguientes) se debería imparcialmente convenir que el pretendido mal causado a los animales (durante unos pocos minutos a unas pocas bestias que han vivido previamente de manera tranquila y libre durante cuatro años) es incomparable con las condiciones de “vida” (si es que podemos llamar a eso vida) de la mayoría de animales que se crían para el consumo humano, y que apenas suscitan alguna puntual reprobación y nunca potentes movimientos de
indignación o de rechazo. (...)
Bueno, que las estoy leyendo, y son cincuenta absurdeces seguidasaparte que repite y repite los mismos argumentos de siempre. Pensaba que eran cincuenta razones originales, pero no.
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