Actos de este tipo son los que hacen falta. Menos mal que hay gente en el mundo que se dedica a todo esto. Hablo de todos los activistas, asociaciones...
Este tipo de actos son los que acercan la crueldad al viandante, para que la sienta cerca de él...
Espero que muchos de los que hayan pasado por ese aparador londinense hayan aprendido algo y que a partir de ahora busquen productos con los que no se experimenta.