Opinaré sobre varias cosas que he leído.
Sobre la cuestión de que los zapatos de piel son más ecológicos que los de cualquier material sintético empleado habitualmente en su elaboración… Pues qué decir, yo veo que unos zapatos de piel son igualmente “ecológicos” que unos de cualquier material sintético a la hora de usar productos químicos y pegamentos, y eso obviando el importante hecho que para mí es que los primeros están hechos de un animal que ha vivido sufriendo toda su vida, y que además estos zapatos deben seguir un proceso de curtición que no es precisamente ecológico.
Mi madre ha trabajado toda la vida haciendo calzado de piel hecho en España (y trabajando muchísimos días durante todo el día) y en todo el tiempo lo más ecológico que he visto ha sido unas hebillas de metal ecológico que le llevaron porque un fabricante alemán quería sus zapatitos de piel con hebillas ecológicas… Eso sí, de lo demás nada de nada! Mientras lleve las hebillitas ya pueden ponerle luego una etiquetita con un "20% ecológico" y el comprador tan contento...
El otro día en un reportaje de tv sobre calzado, dijeron que un zapato de calidad (obviamente hecho de piel, pues para ellos no existe otro material más ecológico y bueno) costaba mínimo 80€…. Y sólo hay que ir a las tiendas con este tipo de calzado para comprobarlo.
El que se quiere comprar unos buenos zapatos de piel que le cuestan su pasta, igual puede comprarse calzado vegano de calidad, ecológico y hecho en países supuestamente sin explotación.
Sobre la diferencia entre un santuario y la granja bucólica del amable abuelo de mi pueblo creo que hay una diferencia bastante clara. El primer lugar es un sitio donde van muchos animales que han sido desechados por esas propias granjas y donde la gente da su tiempo para cuidar a los animales sin obtener beneficio económico alguno de ellos, mientras que el segundo lugar es un sitio donde los animales pueden ser "bien tratados" (ya lo que entienda cada uno por ser bien tratado) porque al dueño del lugar le interesa, ya que esos animales reportarán beneficios (lana, piel, carne o lo que sea).
Los dos sitios están acotados, cosa que veo lógica, pues con la gentuza que anda por ahí y los peligros existentes, ni los santuarios quieren ver a sus animales en peligro ni las granjas quieren perder animales = dinero. El otro día, en el mismo reportaje de tv donde escuché lo del calzado (ese programa que se llama “Comando actualidad”) salía una granja donde las gallinas estaban digamos, en un espacio bastante grande, digno para moverse; la dueña sólo decía “mira cuánto espacio tienen las ganillas, así seguro que los huevos salen más buenos”. Luego cuando todos los veranos hay un incendio siempre sale la imagen de una parcela arrasada por el fuego y con animales quemados. La mayoría de las veces, por no decir todas, siempre se comenta por encima de todo el hecho de la pérdida económica que ha supuesto perder x cabezas de ganado, o también esa apacible granja a la que un lobo ha entrado y se ha cargado no sé cuántas ovejas… Al final lo que resaltan siempre es la pérdida económica.
El vecino pepito que tiene una gran parcela con animales para cualquier uso puede tratarlos de maravilla, pero al final lo hace por interés económico y con la posibilidad de recibir ayudas estatales, mientras que un santuario ni recibe ayudas del Estado ni se aprovecha económicamente de los animales.
Entiendo que las cosas no son sencillas y que el abuelillo de una granja que toda la vida ha vivido de lo mismo no se va a cuestionar si lo que hace está bien-regular-mal, pero de ahí a querer mezclar cosas bastante diferentes como son una granja y un santuario...