Lo malo de los lichis es que te dejan con un hambre...
Como castigo por cantar villancicos antes de Navidad, el viejete que viste de rojo, los Reyes Majos y sus camellos te condenarán a pelar lichis eternamente sin llevarte ninguno a la boca.
A mí me saben a uva ácida, pero tendría que comerme toneladas para apreciar su jugosidad y dulzor. Una, que no se conforma con poco
Pero qué sortuda eres, Manda, siempre te regalan frutis molonas.