“Como muchos españoles estoy profundamente sorprendida, incluso escandalizada por sus aficiones, sus viajes a África para cazar por placer una de las especies más emblemáticas y amenazadas, el elefante, que nos cuesta tanto proteger.
Es indecente, triste e indigno de una persona de su nivel. No vale usted más que los cazadores furtivos que pillan y saquean la naturaleza, es la vergüenza de España.
Dentro de unos días mi organización participará en la apertura de un orfanato en Tchad para elefantes, por lo que estoy aún más enfadada al verle posando sonriente al lado de un cadáver, orgulloso de haber matado a un animal, a punto de desaparecer de este planeta por culpa de traficantes de marfil, como usted, que pasan el tiempo matando elefantes por placer.
En África hay guardias que luchan contra los cazadores furtivos, poniendo incluso sus vidas en peligro. Estos hombres valientes hacen frente a redes organizadas que no dudan en masacrar con metralletas grupos enteros de elefantes dejando únicamente vivos pequeños elefantes totalmente desprotegidos.
Son precisamente estos pequeños, abandonados a su suerte y a una muerte segura, los que se encuentran en el orfanato ‘SOS Elephants’. Es una lucha difícil y desigual, ya que para financiar un año de funcionamiento de este centro hace falta lo que usted se ha gastado para matar un elefante.
Su majestad, no le deseo una pronta recuperación, si eso le vuelve a llevar a África o a otro lugar para seguir matando, pero espero que esta caída le ponga las ideas en su sitio y que a partir de ahora proteja la biodiversidad, en otros lugares además de en los coloquios o convenciones".