Un conejo que se había convertido en una celebridad animal en Alemania por haber nacido sin orejas vio su fama acabar de forma abrupta, después de que un cámara de televisión lo matara al pisarlo por accidente. El trágico final del conejo Til se conoció el mismo día en que el animal debía ser presentado a la prensa en un pequeño zoológico en Sajonia.