Mediante este documento, el GREP-AEDN desaconseja el uso de los tests de sensibilidad alimentaria basados en análisis de sangre, como pruebas diagnósticas para el tratamiento de la obesidad,
así como para detectar posibles alergias y/o intolerancias alimentarias. Esta postura se basa en el hecho de que ni estas pruebas ni los tratamientos dietéticos que se pautan a raíz de sus resultados han sido validados por la comunidad científica. Además, el GREP-AEDN, mediante la revisión de las posturas de las sociedades clínicas más importantes en el campo de la alergología y la inmunología, así como por los estudios científicos al respecto citados en este documento,
considera que someterse al tratamiento dietético derivado de los resultados de dichos tests (caracterizados principalmente por la restricción de alimentos) no sólo representa un desperdicio de dinero, sino que puede conllevar riesgos para la salud.