Pobre carpintero, coño. Si él sólo quería que le pagaran por su esfuerzo y por el tiempo empleado en diseñar la mesa. Y una justa recompensa por la mejora que esa mesa supone para la vida de mucha gente. La próxima vez, ante esos prejuicios, mi carpintero dirá lo mismo que el colega de más atrás en este hilo: que os den, que investigue menganito, que se lo curre fulanito, que se caliente la cabeza otro, que yo paso de CREAR.
Has pervertido a mi pobre personaje. No te lo perdonaré en la vida.
¡Salud!
(Pobres investigadores, en general...).