Me encantan las botas, muy buen gusto, y tu idea del trueque es genial, por lo menos no contribuye a la explotación de países pobres. Yo tengo algunas camisas de segunda mano y son preciosas, muy sesenteras, pero también es verdad que algunas prendas son carísimas, más que las nuevas. Supongo que lo mejor es no comprar nada que no se necesite, yo ya hace tiempo que no voy a las tiendas de ropa a comprar porque sí, me da rabia que todo esté hecho en países pobres con mano de obra barata, prefiero ponerme lo que tengo y tan feliz.