De verdad, esto del calentamiento global ya resulta cansino. Más que nada porque se ha convertido en motivo de enfrentamiento entre ideologías.
Cuando esto ocurre con una circunstancia que no debería entender de ideologías (veáse también el terrorismo), es que algo huele mal. Huele tan mal que deberíamos abstenernos de entrar en ese sucio juego por el poder. Sucio porque sólo busca perseguir adeptos regalando razones para definir posiciones enfrentadas. Más violencia gratuita.
Me abstengo de entrar en ese juego como ciudadano porque no lucho a favor de ninguna manifestación interesada, impositiva y, por lo tanto, violenta.
Desde mis posibilidades intentaré mostrarme respetuoso con todo lo que me rodea. Si bien un asunto como este podría reunirnos en un proyecto global, ya no es posible. Adiós calentamiento global (de humanos enfrentados).