Yo tuve un padrastro y dos parejas (sí, dos) alcohólicas y actualmente me repugnan los borrachos. Me causan un rechazo brutal.
A mí sí que me gusta beber (tendría que hablar en pasado porque con el embarazo y la lactancia sólo bebo cerveza sin alcohol) e incluso achisparme un poco, pero no me pasa como cuando era adolescente, que bebía cualquier cosa para emborracharme (incluso vino blanco de cartón calentorro). Ahora sólo bebo si como algo, y sólo cerveza y algún gin-tonic (alguna vez un poco de sangría).
He pasado épocas de beber mucho y también me di cuenta de esa sensación de perder la voluntad y de no acordarte de lo que haces.
En fin, que mentiría si dijese que no me apetecería tomar unas galletitas saladas y un gin-tonic algún sábado después de cenar, pero bueno, hasta que no deje de dar el pecho (que espero que sea dentro de mucho tiempo) no me lo planteo.