Para mí esta frase ilustra con diáfana claridad lo que ningún humano debiera hacer: cerrarse de tal manera en una concha que comprometa incluso su capacidad de cambio.
Yo espero no hacer declaraciones así de contundentes, pues confío en mi capacidad de cambio: si alguien viene y me convence con argumentos, quiero ser lo suficientemente abierto de mente como para rectificar. Lo contrario es puro numantinismo.