Hay por ahí, varias páginas atrás, un post cojonudo de Spinoza en el que exhorta a los defensores a ultranza de una total libertad de expresión a responder una serie de preguntas.
Las respuestas me han dejado clara una cosa: nadie defiende la libertad de expresión absoluta.
Aunque de vez en cuando alguien diga que sí.
¡Salud!