Me parece una idea perfecta. Y no comprendo que pueda generar polémica alguna. PETA defiende los animales con las estrategias publicitarias que más calan en la sociedad actual, mal que nos pese. Si PETA fuera una organización feminista sería una mofa, una tomadura de pelo. Pero resulta que quienes apoyamos a PETA, además de a otras organizaciones, nos importa en primer término los animales no humanos. Que utilicen porno, tetas, sexo gay o la Bolsa de Nueva York para hacer activismo me parece estupendo.