Iniciado por
erfoud
La mente humana tiene un gran ductilidad. Mediante la voluntad es posible renunciar a hábitos muy arraigados. ¿Los huevos?: no existen, simplemente. O: no son productos de consumo. O: no son comestibles. Los apartas enérgicamente de tu abanico de hábitos de consumo y listo.
De igual manera que la carne de un bebé humano recién nacido seguro que está riquísima pero la hemos excluido radicalmente de nuestro horizonte alimentario, podemos hacer un parecido ejercicio mental con aquellos "alimentos" que han sido obtenidos con sufrimiento.
Todo está en nuestras cabecitas