Iniciado por
sunwukung
Muy bien ilustrado antavian.
Un amigo mío tiene síntomas de ansiedad y le recomiendan en su entorno ir a un psiquiatra, le receta pastillas porque le diagnostica brotes psicóticos, bien, está como dos años tomando las pastillitas que inicialmente tienen ciertos efectos secundarios (le entorpecen el pensamiento racional), que después parecen remitir (o se acostumbra). En el ínterin otro psiquiatra le desaconseja la medicación, él, naturalmente, se mosquea.
Nadie le aconseja otro tipo de tratamiento o un acercamiento integral a su problema (dieta, estilo de vida, problemas emocionales, etc...) no invasivo y prácticamente carente de contraindicaciones. El segundo psiquiatra considera un acercamiento psicológica básicamente.
Después de ese tiempo el psiquiatra primero le dice que está curado y es hora de dejar la medicación, de golpe. Como resultado (bueno, podría, ejem, ser casualidad) empieza a tener unos síntomas exagerados, de tipo cognitivo-conductual, que le llevan a ingresar durante 20 días en el hospital con distorsiones de la percepción temporal, paranoia bastante profunda, alucinaciones, ansiedad multiplicada y más. Ahora está tomando otra medicación de nuevo, aconsejada para cuatro años más (pobre hígado, cerebro, etc)
Bien, la pregunta del millón, si tiene un síntoma menor, toma la medicación y cuando la deja desarrolla una enormidad de síntomas (y lo que le queda al pobre como no se espabile ya), ¿se puede decir que la medicación fue positiva o está siendo muy negativa? ¿se arregla tomando más medicación, otra medicación, cómo decidimos que es la postura racional a seguir?
Esto es lo que se hace generalmente en la medicina oficial de hoy en día. Si queremos entender como se llega a esta aberración, hay que repensarse el modelo en el que se basa, no, espera, es que esta práctica entra en directa contradicción con el modelo científicamente válido resultante de todos los datos hsata la fecha, ya respiro tranquilo, el mal sigue vivo, pero al menos entiendo su origen, o parte.
Hagan sus apuestas, positivo o negativo.