Yo creo que la duda que se nos presenta como padres ante un evento así es qué puede llegar a significar para el hijo.
Se habla de no sólo ausentarse de la excursión, a la que no irá hipotéticamente, con todo lo que eso supone para ella (situación no vivida y por tanto puede que haya un anhelo como de pérdida para ella) y también de días previos y posteriores o semanas donde se va a trabajar el tema en clase. Donde ese hijo, de alguna forma, va a estar excluído.
En cortas edades, donde encima el personal del centro no es objetivo, donde crean la ilusión al alumno de que va a ser una excursión fantástica y donde van a ver y dar de comer a los animales, ver donde duermen etc... el niño, no comprende que es una situación a rechazar por más que en su casa tenga otra información.
Por supuesto que es una excursión que todos rechazaríamos de primeras, pero ays!