Pero nhoa, ¿quién te está diciendo nada? Creo que me he perdido...
Me cito a mi misma por si no se me ha leído. Y pongo en negrita algo que he avanzado momentos atrás.
Desde luego que el que no quiera entenderlo, que se lo guarde, pero no voy a tolerar que ni medio se insinue que justifico cualquier tipo de maltrato hacia cualquier ser de este planeta.
Pero nhoa, ¿quién te está diciendo nada? Creo que me he perdido...
Tranquilidad. No somos robots, así que cabe equivocarse y rectificar. Cuando discuto (muy pocas veces) con mi hija, siempre acabo pidiendo disculpas antes de que se duerma. Por eso los enfados nos duran 5 minutos y luego nos reímos mucho. Con su madre pueden durar 5 días jajajaja.......
Lo digo por si acoso. Imagino que hay foreros que ya me conocéis por haberme leído en otras ocasiones y sabéis o imaginais que desde luego eso no cabe en mi. Pero ciertamente seré yo, que estoy susceptible porque es un tema duro en general o al menos, me lo parece a mi.
Y de solo imaginar que se crea que es algo que yo pueda justificar, me enfada.
Vale, perdonadme. No debí contar lo sucedido. Es algo que me dejó tocada porque me pareció muy duro. Lo siento y a otra cosa. Gracias por vuestra comprensión
Mi sobrina llevó pañales para dormir hasta los 7 años. No se si es lo normal o es cosa de famila, porque mi hermano y yo tambien lo necesitamos hasta muy mayores... solo que entonces no habia.
Sea cúal sea la pregunta, el amor es la respuesta.
http://liebreblanca-buscandolaluz.blogspot.com/
Me duele hablar de esto, pero yo hasta hace tres años, veía los malos tratos de mi madre como algo cotidiano(no estamos hablando de bofetadas, sino de cosas que prefiero no contar). Al cabo de unos seis meses de empezar a salir con mi pareja, se lo conté todo. Él se asustó mucho(tiene una madre muy respetuosa que nunca le ha puesto la mano encima) y me hizo ver que lo que vivía no era normal.
A partir de ahí, todo fue muy extraño. Al abrir los ojos, ya no podía ver a mi madre del mismo modo. La realidad se me hizo terriblemente dura y dolorosa. Se me vinieron recuerdos horribles de infancia a la cabeza. Y a los pocos días, debido a tanto dolor, enfermé y me diagnosticaron ansiedad. Y así hasta ahora, luchando contra la ansiedad y odiando a mi madre por todo esto.
Siento ponerme así, es que estos temas de las bofetadas a los hijos me traen horribles recuerdos y lo llevo muy mal. Pero si algo he aprendido de todo esto es que el día que sea madre, educaré a mis hijos con respeto.